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Mostrando entradas de agosto, 2018

Una temporada en el infierno

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"No soy el salvador, solo soy un hombre". Hacía tiempo que no tenía tiempo, tiempo para el mismo. Sentarse a escuchar lo que le hacía feliz, el tipo de felicidad que uno encuentra al hacer las cosas que le gustan, no toda la soledad es mala, era el tipo de soledad que lo unifica con el placer de estar encerrado con el mismo. No podía evitar sentirse culpable, pero hay situaciones que aunque duelan deben ser así, deben pasar de cierta forma. A veces no hay lecciones que aprender, no las hay. Solo estamos en determinadas posiciones que nos limitan a estar en un sitio. Y a esperar. Dicen que hay tiempo para todo, incluso para esperar. Pero ¿Quién soy yo para limitar las ganas de alguien más?, Yo no entiendo y no entenderé el cerebro y la mente de otra persona. Algunas veces puedo quedar bien y otras puedo decepcionar. Pero no puedo evitar sentirme culpable por no ser suficiente... Pero es molesto que al decir "NO" la sensibilidad de alguien sea herida, que no

Ni cerca de entenderse

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Unas luces de colores que siempre se encienden cuando la alegría del corazón se le apaga. Una melodía melancólica que suena cuando su voz se calla. Continuaba hundiéndose en su cama, apenas notaba las transiciones del día a la noche y viceversa. Metido en el teléfono tratando de matar tiempo o encontrar algo que le hiciera sonreír.  Después de pequeños encuentros con sentimientos necesarios pero incómodos, logró atravesar la rutina del dia. El trabajo se hacía más tolerable, las personas se le acercaban más y declaraban  intenciones de querer hablarle, de querer conocerle. Y estaba bien, en otra época hubiese rechazado intentos de esta clase, con algún gesto o con alguna frase que matara cualquier intento de socializar con él. Uno podría decir que era culpa del miedo al rechazo, ese que sienten las personas inseguras. Esta vez se lo permitió, y parecía que a la gente le agradaba su forma de ser. No podía dejar de pensar que era culpa de la vez que se dejó quebrar, que abrió las pue

Entre otras cosas, el dolor de no aceptar el fracaso

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Le gusta la forma en la que le habla, pero le molesta que en el fondo aún le encuentre algo que lo incomoda. Algo que le asusta, pero está bien. Dicen que uno nunca conoce a una persona en su totalidad, cuando uno ni siquiera se conoce a uno mismo, aunque suene redundante. -Me siento tan frustrado, tan estúpido y poco preparado.- Veo gente de mi edad o menores que han logrado o que se ven y sienten mejor que yo.  Me molesta, no lo niego. La comparación siempre existe, y aunque trate de tragarme esa basura de que todos somos iguales y que valemos lo mismo, aun me lastima tanto el ego y el alma ver que mis intentos son eso, intentos. Se que hay días mejores, y otros son solo días. Ese es el problema, esta inestabilidad tan asquerosamente hermosa pero tan dolorosa, tan reconfortante, que te dice: "Esta bien no ser el mejor, está bien ser tu, acuestate escucha esa canción que te estruja el corazón, que te da fuerza y que después de las lágrimas y los suspiros te hace sentir renova

Viento entre los pinos

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Sentarse a ver la nada, con una taza de café frío se estaba convirtiendo en una actividad poco productiva, pero muy recurrente. No podía perder más tiempo, habían cosas que estaban pendientes y que necesitaban ser atendidas de urgencia. Solo podía pensar en la brisa, en el cielo gris y en el sonido del viento entre los pinos, tan incierto, tan frío, tan angustiante. -"No quiero dejar de hacer esto, no siento que este gastando mi tiempo, pero no puedo dejar de pensar en la opinión de mis queridos, piensan que no avanzo, que no me importa..."- Pensó. Pasaron varios días, con la misma rutina. Ciertamente lo estaba matando, pero ¿Qué podía hacer?, se había rendido muchas veces. Solo se repetía que se rendiría a rendirse. Trataba de pensar en todas las cosas que lo motivaban a seguir con su vida, tanto como un mantra. Estaba él... Y esos momentos que lo hacían sentir tan especial, tan amado, tan deseado y tan completo; pero la maldita dualidad siempre estaba ahí. Sin el f

El llanto escondido en la lluvia, la luz tenue que adormece el dolor.

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-Estoy bien, solo estoy cansado-. Pensó. La lluvia lo golpeaba en el rostro, pero quería seguir viendo la luz de los faroles en lo alto, ver cómo las gotas casi infinitas caían una tras otra, apenas podía mantener los ojos abiertos. Las calles vacías, apenas transitadas por personas, que caminaban de forma apresurada. Quisiera estar en mi cama, pensó. Creo que nunca fui del tipo de persona que disfruto de una fiesta o de estar fuera, prefiero la privacidad, la música y unas luces navideñas viejas que cuelgan en una de las paredes de mi vieja habitación. Joder como necesito no hacer nada, fundirme en las sabanas de mi cama, respirando sin preocupaciones. Siguió caminando casi de forma automática, cruzó la calle, apenas volteo a los lados. Después de conseguir lo que había salido a buscar, regreso al trabajo. Después de todos los lugares en los que había estado, este no era tan molesto, era tolerable, casi agradable. Pero el miedo constante de arruinarlo siempre estaba acechando.

Es solo un intento...

El intento de un cuento. Más una historia.  Me siento relativamente feliz, pensó. Pero tengo miedo, las cosas no siempre pueden quedarse en un mismo estado, esa mierda del cambio constante y quien sabe que otro invento barato para hacerlo sentir inseguro a uno. Debería llamarlo, hablar de cómo nos sentimos y porque dudamos tanto de lo que puede pasar, es decir me siento tan raro y tan incomodo por todo lo que estoy pensando, tal vez después de todo en un punto de mi vida debí sentirme así, no quiero convertirme en uno de esos tipos dependientes, pero... en el fondo lo quiero.  Decidió no hacerlo, y continuó con eso hábitos tan raros de leer cosas que le hacían sonreír de forma tonta, que según él, le calentaban un poco el alma, alma que apenas sostenía. Después de todo, no cualquiera podría resistir cambios tan bruscos, de ser alguien frio y asustadizo, cubierto por una armadura de seriedad a convertirse rápidamente en alguien susceptible y emocional. Dicen que uno nunca c