Hang in there little panda
No se cual es la fórmula para sentirse mejor en momentos oscuros en momentos de desesperación en momentos de incertidumbre y de tristeza, no se puede solo reir. Llorar está bien, tampoco es una situación que se deba obviar y olvidar, como ser humano expresar emociones es normal. No se como expresar lo que siento y como tratar de ayudar a levantar el peso que alguien más carga, pero se que la vida siempre sigue avanzando y que nada es permanente.
Sobrevivimos tantas insinuaciones de destrucción, tantos supuestos apocalipsis que si bien pasan de nuestra mente, al final seguimos aquí, y que al final inevitablemente el cambio terminará fulminandonos, pero mientras tanto no hay más que hacer, solo seguir viviendo, disfrutar las cosas que nos alivian la pena, los poemas que nos hacen sentir, la música que nos hace sonreír.
No nos vamos para siempre, vamos a otros lugares. He estado en esa quietud tan oscura y profunda que nos ahoga cual agua profunda, pero la quietud es paz y reflexión. Se encuentra un lugar para sentirse vivo y derramar lágrimas que nos recuerdan que aún sentimos dolor, que aún estamos vivos que aún estamos en la lucha que se llama vida. Y no es cuestión de buscar un placebo, es solo apreciar el momento de sentir esa tristeza o alegría.
Hablar es fácil, sentir es difícil, comprender y ponerse en el lugar de alguien más es aún más difícil, convertirse y ser una brisa que refresca el calor intenso de la desesperación de alguien es una bendición, ayudar con cualquier acción que alivie el dolor en el alma es siempre algo apreciable, un gesto amable, olvidar por un momento que somos individuos individuales cual redundancia.
La realidad es algo que es discutible, la razón por la que estamos aquí es absurda, no hay razón exacta.
Mientras siga vivo sufrire por tu tristeza, mientras siga vivo sentiré tu pena, mientras siga vivo sere la razón para que sigas vivo.
En las noches más oscuras el amanecer siempre llega, y el dia que no llegue cerraré mis ojos y pensaré en ti.
Sobrevivimos tantas insinuaciones de destrucción, tantos supuestos apocalipsis que si bien pasan de nuestra mente, al final seguimos aquí, y que al final inevitablemente el cambio terminará fulminandonos, pero mientras tanto no hay más que hacer, solo seguir viviendo, disfrutar las cosas que nos alivian la pena, los poemas que nos hacen sentir, la música que nos hace sonreír.
No nos vamos para siempre, vamos a otros lugares. He estado en esa quietud tan oscura y profunda que nos ahoga cual agua profunda, pero la quietud es paz y reflexión. Se encuentra un lugar para sentirse vivo y derramar lágrimas que nos recuerdan que aún sentimos dolor, que aún estamos vivos que aún estamos en la lucha que se llama vida. Y no es cuestión de buscar un placebo, es solo apreciar el momento de sentir esa tristeza o alegría.
Hablar es fácil, sentir es difícil, comprender y ponerse en el lugar de alguien más es aún más difícil, convertirse y ser una brisa que refresca el calor intenso de la desesperación de alguien es una bendición, ayudar con cualquier acción que alivie el dolor en el alma es siempre algo apreciable, un gesto amable, olvidar por un momento que somos individuos individuales cual redundancia.
La realidad es algo que es discutible, la razón por la que estamos aquí es absurda, no hay razón exacta.
Mientras siga vivo sufrire por tu tristeza, mientras siga vivo sentiré tu pena, mientras siga vivo sere la razón para que sigas vivo.
En las noches más oscuras el amanecer siempre llega, y el dia que no llegue cerraré mis ojos y pensaré en ti.
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