There is not such thing as happiness there is sadness and is a blessing
Aristóteles definió al ser humano como un ser racional. Pero no lo es, y qué bien que no lo sea. En un noventa y nueve por ciento, el ser humano es irracional, y es a través de su irracionalidad que existe todo lo bello en el mundo. Por la razón, las matemáticas; por la no-razón, la poesía. Por la razón, la ciencia; por la no-razón, la religión. Por la razón, el mercado, el dinero, las rupias, los pesos, los dólares; por la no-razón, el amor, el canto, la danza. No, está bien que el ser humano no sea un ser racional. Es irracional.
“Sadness gives depth. Happiness gives height. Sadness gives roots. Happiness gives branches. Happiness is like a tree going into the sky, and sadness is like the roots going down into the womb of the earth. Both are needed, and the higher a tree goes, the deeper it goes, simultaneously. The bigger the tree, the bigger will be its roots. In fact, it is always in proportion. That's its balance.”
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