Café frío y una sonrisa natural

Al avanzar inevitablemente dejamos muchas cosas atrás, y en la posibilidad de poder llevarlas... nadie tiene unas manos tan grandes, incluso cargando todo el peso no dejaría que continuaramos avanzando.

La vida diaria y el problema de hacer y dejar de hacer. En este descanso que estoy tomando voluntariamente y en los nervios de algunos cuantos, entre la pereza y la nostalgia he descubierto tantas cosas que pensé jamás iban a suceder.

Con expectativas altas respecto al nuevo semestre que por puro capricho pospuse mantengo la mente serena, se que podre cumplir con las tareas que me pongan y debo recordar seguir la corriente para poder pasar sin ningún problema al siguiente paso que me reconozca y me de el no tan deseado pero NECESARIO título de la carrera técnica. 

Me hubiese gustado mantener el paso de otros que ya solo voltean y recuerdan los sábados de clase que les tomó llegar a donde están ahora. Pero no pude, en una combinación de falta de control y meramente destino trunque algunas situaciones que sencillamente no resolví a su tiempo y que aún siguen flotando.

Consecuentemente siento que los resultados de estas acciones hicieron reacciones en mí, que lograron abrir caminos a personas que emocionalmente han sanado mucho en mi. En menos de un año estar con él ha hecho grandes cambios en mi. 

La vida se mueve y no me molesta hacerme viejo, siento las cosas un poco más tolerables y a diferencia de un par de años ya no tengo tanto miedo. Supongo que estar conciente de muchas situaciones ayudan a respirar un poco mejor. 

El miedo es inteligencia.

“El miedo es natural, la culpa es una creación. La culpa está hecha. El miedo es inherente, y es muy esencial. Sin el miedo no serás capaz de sobrevivir en  absoluto. El miedo es normal. Es debido al miedo que no pondrás tus manos en el fuego. Es debido al miedo que caminarás por la derecha o por la izquierda, sea cual sea la ley del país. Es debido al miedo que evitarás el veneno. Es debido al miedo que cuando el conductor del camión suena el claxon, tú te quitas del camino.
Si el niño no tiene miedo, no hay posibilidad siquiera de que sobreviva. Su miedo es una medida de protección de vida. Pero debido a esta tendencia natural de protegerse uno mismo- y no hay nada de malo en ello – tienes el derecho de protegerte a ti mismo. Tienes una vida tan preciada que proteger, y el miedo simplemente te ayuda. El miedo es inteligencia. Sólo los idiotas no tienen miedo, los imbéciles no tienen miedo; por ello tienes que proteger a los idiotas, de otra forma se quemarán a sí mismos o saltarán  de un edificio, o se lanzarán al mar sin saber nadar o pueden comerse una serpiente… ¡o hacer cualquier cosa!"

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